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  • Cuéntanos un poco quién eres.

Soy Ángel Rodríguez Aguilera, soy arqueólogo. A lo largo de mi trayectoria profesional he fundado varias empresas dedicadas siempre al patrimonio histórico y a la arqueología. Hemos creado la empresa GESPAD Al-Andalus, entorno al año 2004, que venía a recoger un poco la herencia de otras experiencias anteriores.

Lo hicimos porque estábamos en un momento en el que vimos que existía la posibilidad de empezar a desarrollar nuestra profesión fuera del marco académico de una manera mucho más eficaz y eficiente desde una estructura empresarial como una SL y no como autónomos. Eso fue un poco lo que nos motivó a optar por ese tipo de empresa, otra manera de organizar el trabajo. 

Nos dedicamos a la arqueología y al patrimonio histórico, muy enfocado últimamente a actividades de restauración del patrimonio histórico.

Granada es un buen lugar para ejercer nuestro trabajo porque el volumen de restos arqueológicos que existen, muchos de ellos en riesgo y otros en proceso de restauración, facilitan la existencia de empresas de arqueología profesionales que se dedican a esto.

  • ¿Por qué decidiste emprender?

Precisamente porque nos encontrábamos en un momento donde empezaba a existir una gran demanda de profesionales dedicados a la arqueología. No existía una tradición profesional en Granada, ni generalmente en Andalucía, de la práctica profesional de la arqueología. Entendimos que ese era el momento de dar el paso y de ofertarnos como profesionales bien formados y cualificados y con una clara orientación hacia la investigación científica.

  • ¿Qué les dirías a los estudiantes de tu experiencia emprendiendo?

Les diría que siempre, para los que optamos por el mundo de las humanidades, es aparentemente difícil abrirnos un hueco en el mercado laboral, hoy más que nunca. A nosotros también nos costó mucho hacerlo. 

Lo más importante es tener ganas de trabajar. Es esencial trabajar en equipo y nunca perder la perspectiva de que la arqueología es investigación. Nunca debe ser entendida como una parte de la construcción o una herramienta auxiliar a otras actividades. No deben perder los valores del sentido de su formación y optar siempre por la formación continua, sobre todo, que trabajen en equipo y con miras a largo plazo.