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¿Sabías que según muestran los estudios el 80% de los consumidores españoles compra en función de otros valores más allá de la calidad o el buen precio? 

Un hecho que aunque pueda parecer extraño tiene su explicación. Esto sucede porque las decisiones de compra que tomamos no son racionales sino puramente emocionales, aunque luego más tarde terminemos justificándose con datos y argumentos objetivos. Y por esta razón, las grandes marcas invierten tanto dinero en que los consumidores les perciban o les hagan sentir de una determinada manera. 

Por eso, en el artículo de hoy vamos a hablar sobre toda esta disciplina llamada branding. Entre los temas que trataremos veremos a qué se dedica exactamente el branding, para qué sirve aplicarlo en los negocios, además de cuándo es más interesante invertir en trabajarlo y cómo empezar a hacerlo. 

 

Qué es el branding y para qué sirve realmente.

En esencia, el branding es la herramienta usada por las marcas para conquistar la mente y el corazón de los consumidores porque, como ya sabes, las emociones son las que nos impulsan a comprar y consumir. 

En ese sentido, el branding es una disciplina dentro del marketing que engloba todas las acciones específicas que realiza una marca relacionadas con el posicionamiento, el propósito y los valores con el objetivo de crear conexiones conscientes e inconscientes con el público para influir en sus decisiones de compra.

Dicho de otra manera, esta disciplina se dedica a hacer conocida y deseada una marca para que no se convierta en una más. En definitiva, sirve para establecer una diferenciación con respecto a la competencia de manera que, “ya no puedan competir” porque ya no lo hacen por precio o calidad de producto sino por valores, personalidad, creencias o, dicho de otro modo, por nuestra manera particular de ser y hacer las cosas.

Al fin y al cabo, se trata de una herramienta que no sólo usan los negocios sino que la usamos todos de una forma u otra. Ya sea para postularnos de cara a un empleo, unas prácticas o vendiendo nuestro proyecto, el branding o “la marca” puede marcar esa pequeña gran diferencia que hagan que se acuerden de nosotros y nos tengan en cuenta. Se trata de tener ese algo que nos haga conectar con la gente. 

En resumen, esa pequeña gran diferencia no deja de ser una estrategia y eso es a lo que se dedica, en esencia, el branding.

Por todo lo mencionado anteriormente, algunos de los beneficios que puede traer el branding a un negocio son:

  • Reconocimiento del cliente, es decir, se acuerdan de nosotros y ya no somos un producto o servicio más.
  • Lealtad del cliente, ya que es más fácil generar un vínculo emocional con alguien “humano” y una relación a largo plazo. 
  • Mayor confianza debido a que se humaniza la marca.
  • Te ofrece una estrategia clara para avanzar como negocio a la hora de lanzar nuevos productos o servicios, además de campañas de marketing que funcionen. 
  • Ayuda a conseguir muchos más clientes, ya que se crea un universo con el que se puedan sentir identificados y atraídos. 
  • Genera más ganancias económicas debido a que el marketing es mucho más efectivo y eficiente, además de que se aumenta la tasa de repetición de compra.

 

Cuándo es fundamental trabajar el branding y cómo trabajarlo.

A pesar de todos estos beneficios, trabajar el branding no siempre debe de ser una prioridad. Aunque se trate de algo muy bueno para nuestro negocio, “crear una marca” requiere mucho tiempo y dinero, por lo que debemos de saber escoger el momento adecuado para hacerlo. 

En ese sentido, cuando estamos arrancando un nuevo negocio y validando no se trata de la inversión más importante aunque sí que es interesante saber de branding para elegir, por poner un ejemplo, el nombre de nuestra marca de forma estratégica, ya que esto nos puede beneficiar a largo plazo. 

Aún así, para saber si te conviene invertir en branding o no es interesante conocer los niveles de sofisticación del mercado de Eugene Schwartz.

  • Nivel 1. Nuevo Mercado. 

Se trata de aquellos productos o servicios que, por ser nuevos, no tienen competencia directa. Como puedes llegar a imaginar, esta fase suele durar muy poco tiempo y más cuando se trata de grandes mercados donde existen una gran oportunidad. Eso provoca que rápidamente se lancen nuevos competidores a tratar de llevarse una parte del pastel.

Si te encuentras en un nuevo mercado, el branding no suele ser demasiado importante, ya que el producto o servicio que promueves ya se diferencia por sí sólo. Aún así, deberás de tenerlo en cuenta para comenzar a trabajarlo cuando empiecen a llegar los competidores. En este caso, el marketing ha explicar de forma clara, directa y sencilla nuestro principal beneficio.  

  • Nivel 2. Llega la competencia. 

En este punto, ya no hay un mercado virgen, sino que los competidores empiezan a llegar atraídos por las ganancias que pueden llegar a generarse. 

Si te encuentras en un mercado nivel de 2, es muy importante comenzar a trabajar cierta diferenciación con respecto a los competidores. Para eso, recurriremos a centrarnos en los beneficios y características de nuestro producto o servicio con respecto a otros y todo el marketing deberá de girar en torno a ello. 

  • Nivel 3. Diferenciación. 

Aquí el mercado ya identifica el producto o servicio y conoce las alternativas que hay dentro del mercado. En este caso, el cliente tiene dónde elegir, así que tenemos que destacar para que el cliente se decida por nosotros.

Si te encuentras en un mercado de nivel 3, es interesante tender a la especialización de la oferta, es decir, crear productos o servicios mucho más específicos pensando en nuestro tipo cliente o tipos de clientes. Para eso, es importante conocer mucho mejor a nuestro cliente que antes para poder alinear la oferta y toda la comunicación con respecto a sus gustos o necesidades.

  • Nivel 4. Credibilidad.

En este punto, el mercado comienza a ponerse bastante duro debido a una saturación de la oferta. Ahora más que nunca es importante demostrar lo que estamos vendiendo. Eso quiere decir que en esta fase debemos de trabajar mucho los testimonios, las reviews y la prueba social.

Si te encuentras en un mercado de nivel 4, debes de apoyarte en la prueba social para crecer. Eso quiere decir que debes recopilar muchos testimonios u opiniones, ya sea a través de Amazon, Google o los propios recursos que generes. 

  • Nivel 5. Conectar.

Llegados a esta fase final, sólo nos queda poner el foco en los valores, el propósito y la filosofía de la marca. En esta fase, el foco a la hora de comprar ya no está en el producto o servicio debido a la gran saturación que existe, sino en el componente emocional que logramos comunicar y transmitir. Un componente que tiene que ver con las convicciones personales o el estilo de vida. 

Si te encuentras en un mercado de nivel 5, debes invertir gran parte del presupuesto en branding. Eso significa que si estás empezando y tienes pocos recursos, entrar a competir en un mercado de estas características quizás no sea lo mejor. En ese caso, te conviene revisar tu modelo de negocio antes e introducir innovación. 

 

Conclusiones finales sobre innovación y branding.

Tras haber identificado en qué nivel de sofistificación está tu mercado, es momento de extraer unas conclusiones finales:

  • Lo ideal es que tu producto o servicio sea diferente para tratar de competir en un mercado de los primeros niveles, ya que en niveles avanzados más costoso y difícil de conseguir será tu negocio. Para ello, es interesante plantearlo a la hora de modelo de negocio. Esto lo han hecho marcas como Tesla o El Circo del Sol para evitar competir en mercados saturados, posicionándose mucho más rápido y teniendo un mercado más grande para ellos al haber menos competencia. 
  • Trabajar el branding es importante desde el principio en lo que respecta a apartados que luego serán difíciles de cambiar como el naming pero no es lo más importante en mercados de nivel 1 o nivel 2. 
  • A partir de mercados de nivel 3, es interesante tomarse en serio el trabajar el branding, así como diversificar las fuentes de facturación para adelantarnos a la fase de saturación donde las cosas suelen ponerse más duras. 

 

Cómo seguir formándote en branding y dónde seguir profundizando en esta temática.

Tras haber visto en este artículo de qué trata el branding, cuándo y cómo debes aplicarlo por encima, vamos a realizar la recomendación mensual sobre formaciones online que te puede permitir profundizar en esta temática.

En este caso, te recomendamos la formación de Joaquín Carrascosa. Él es diseñador y brand manager con más de 20 años de trayectoria, ayudando a marcas de todo tipo a diferenciarse de su competencia.

En el último año, ha elaborado una formación de branding visual donde plasma todo su conocimiento y experiencia con la creación y gestión de marcas. Una formación que puede servirte en cualquier fase de tu emprendimiento para crear una marca estratégica desde 0 o para mejorar la que ya tienes. 

Para ver ver la review sobre esta formación, puedes hacerlo a través del siguiente enlace:

>> Review del curso branding visual para negocios <<

Nos vemos en próximas entregas de revisiones de cursos online para hablar sobre temáticas varias que te puedan ayudar a seguir creciendo como gran emprendedor que eres.  ¡Gracias por estar al otro lado!

 

Elena Garrido Mena

Mentora de negocios online y agencia de marketing digital en Superemprendimiento.com 

CEO en Revisionesdecursosonline.com

Apasionada por el aprendizaje y el mercado de los infoproductos digitales.

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