¿Sabías que a lo largo de la historia grandes rostros conocidos han dedicado un preciado tiempo a la lectura diaria?
A día de hoy no sólo lo hacen grandes emprendedores como Mark Zuckerberg o Bill Gates sino que también conocemos ejemplos de famosos iconos pasados como Agatha Christie, Theodore Roosevelt o el mismísimo Hitler.
Lo cierto es que todos ellos conocían el poder que tiene la lectura a la hora de nutrir sus decisiones o creaciones y, por eso, se lo tomaban muy en serio. Ahora bien, puede que te estés preguntando: ¿cómo lo hacen para a pesar de tener una vida tan ajetreada sacar tiempo para leer 50, 100 o 200 libros al año enterándose de lo que leen?
Pues bien en el artículo de hoy vamos a analizarlo en profundidad pero antes de hacerlo lo importante es que te quedes con la idea de que la clave no está en sacar más tiempo sino en aprovechar más el que tienes. Por eso, hoy vamos a hablar sobre técnicas de lectura rápida o, en otras palabras, sobre cómo aprender a leer de forma más óptima y eficiente.

Qué son las técnicas de lectura rápida y por qué leemos tan despacio
Las técnicas de lectura rápida o ágil son métodos que, teniendo en cuenta el funcionamiento de nuestro, nos ayudan a leer como mínimo el doble de rápido que la mayoría de personas sin perder capacidad de comprensión lectora.
Esto se debe a que la forma en la que la mayoría de las personas leen es la misma que nos enseñaron en la escuela. Una forma que se denomina lectura silábica y que consiste en leer sílaba por sílaba, palabra por palabra, lo cual está bien para familiarizarte con la lengua pero como técnica de lectura principal se convierte en algo altamente ineficiente.
El principal error que te impide leer más rápido
El problema de ello es que al habituarnos a leer silábicamente creamos el hábito de la subvocalización o lo que es lo mismo: relacionamos la lectura con el sonido y es cuando movemos los labios al leer o escuchamos una voz en nuestra cabeza.
Esto hace que directamente nuestra velocidad de lectura nunca supere las 400 palabras por minuto al ser el límite al que uno puede hablar de forma entendible.
Para que te hagas una idea la media de lectura de una persona sin técnicas de lectura rápida es de 250 palabras por minuto cuando existen personas como Anne Jones, seis veces campeona del mundo de lectura rápida, que ha logrado llegar a leer a la desconcertante velocidad de 4.251 palabras por minuto. Hazaña que le permitió leerse el séptimo tomo de la saga de Harry Potter en apenas 47 minutos en una de estas competiciones.
Llegado a este momento del artículo quizás estés pensando que sí que existirán métodos con los que podamos leer mucho más rápido pero que seguramente también te harán perder capacidad de lectura y no enterarte de nada de lo que lees.
Pues nada más lejos de la realidad, lo cierto es que leer más rápido que la media no tiene necesariamente que ir ligado a comprender menos y te explico porqué.
El cerebro: una máquina sin explotar en el ámbito de la lectura

Estudios han estimado que el cerebro humano puede leer a más de 40,000 palabras por minuto. Obviamente a esta velocidad si que se produce una merma en la capacidad de comprensión lectora por eso nadie aún ha logrado siquiera acercarse a esa cifra pero esto nos hace una idea de la capacidad que tenemos.
Y es que no sé si a ti también te ha pasado pero es que cuando leemos silábicamente el cerebro se cansa o se aburre pudiendo incluso terminar por distraerse y perder el hilo.
Esto sucede porque se estima que aproximadamente el 50% de las palabras que hay dentro de un texto suelen ser palabras “vacías de contenido”, es decir, palabras que ayudan a estructurar las oraciones o dar elegancia a la expresión pero que no aportan información.
En definitiva, esto significa que el 50% del esfuerzo de quien lee palabra por palabra se refiere en cuanto a eficiencia de tiempo leyendo se refiere.
Cómo empezar a leer más rápido gracias a distintas técnicas de lectura ágil
Llegados aquí y tras hablar sobre la lectura rápida y cómo funciona a grandes rasgos, te vamos a dejar acceso a dos artículos completos en nuestro blog donde hablamos sobre técnicas de lectura ágil para que este artículo no se haga demasiado extenso.
Técnicas básicas de lectura rápida.
Técnicas avanzadas y hábitos de los lectores ágiles.
Como habrás podido comprobar el tema de la lectura rápida es todo un arte que se compone de ciencia basada en diferentes técnicas que potencian la estructura del cerebro. Esto quiere decir que convertirte en un agilector es un proceso que se basa en instaurar pequeños hábitos que deberás mantener en el tiempo.

Cómo formarte en técnicas de lectura ágil y dónde seguir profundizando en esta temática
Una vez más este artículo mensual llega a su fin. Si has llegado a estas líneas es bastante probable que esta temática te haya resultado interesante y no es de extrañar porque leer más rápido y eficiente es un hábito que puede ayudarte en muchos de tus objetivos. Ya has visto que grandes referentes empresariales llevan este hábito a rajatabla.
Por eso y como siempre, finalizamos recomendándote formaciones online donde puedas profundizar más en esta temática.
Para ello, te dejamos un enlace a nuestra web donde podrás ver la review del curso Lectura Ágil, una formación online que en 6 semanas te ayudará como mínimo a doblar tu velocidad de lectura sin mermar tu comprensión lectora.
Su autor es Fernando Fernández, pionero en la enseñanza y expansión de la lectura rápida en España tras haberse formado con los referentes en estas técnicas del mercado anglosajón.
Lectura Ágil: el método que te ayuda a doblar tu velocidad de lectura reteniendo lo que lees. Descubre la formación oficial y accede a todos los recursos gratuitos para entrenar tu velocidad de lectura.
Te esperamos en próximas entregas de revisiones de cursos online para hablar sobre temáticas que te ayuden a seguir creciendo como emprendedor. ¡Gracias por estar al otro lado!

Elena Garrido Mena
Elena Garrido Mena es mentora de negocios online y agencia de marketing digital en Superemprendimiento.com
CEO en Revisionesdecursosonline.com
Apasionada por el aprendizaje y el mercado de los infoproductos digitales.
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